Con el buen tiempo tocaba cambiar de bolso y quería salir de mi zona de confort, es decir, ni negro, ni gris, ni marrón, quería color. Por eso me decidí por una loneta beige combinada con telas con un denominador común, las flores. Y en la tapa un jardín lleno de flores bordadas. Muy primaveral
Había estado mirando por ahí en busca de inspiración y al final con un poco de aquí y otro poco de allí hice mi propio diseño, eso si quería que los bolsillos estuvieran en el exterior.
Es muy cómodo y tiene bastante capacidad para el día a día.